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CANON EF 11-24 MM F4L USM : El referente mundial Ultra Gran Angular Rectilíneo

Publicada en 10 junio, 2020

Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza

La senda iniciada por Canon con su soberbio objetivo zoom angular extremo 11-24 mm f/4L rectilíneo de 16 elementos (4 asféricos – uno de los cuales es tallado a mano – 1 Super ED, 1 ED, y dotado con multirrevestimientos super spectra y de flúor) en 11 grupos para formato 24 x 36 mm gener desde el mismo momento de su aparición en Febrero de 2015 enormes niveles de expectación e incluso convulsión en el mercado fotográfico, debido a varios factores importantes, sobre todo al hecho de trascender con un zoom nada menos que en 3 mm de rango focal corto al también soberbio Nikon AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED para formato full frame (aparecido en agosto de 2007 y que era hasta ahora el referente en este tipo de objetivos).

 

UN TOUR DE FORCE ÓPTICO-MECÁNICO SIN PRECEDENTES EN ESTE TIPO DE OBJETIVOS ZOOM

La fabricación del zoom Canon EF 11-24 mm f/4L USM precisa de una gran inversión tanto en muy sofisticadas máquinas CNN específicas de gran precisión que han de ser manejadas por técnicos muy experimentados como en diseñadores ópticos de muy alto nivel y profundo conocimiento de las técnicas de acabado magneto reológico con herramientas MRF, sobre todo en lo tocante a seis de sus 16 elementos:

  • Uno asférico de gran tamaño y torneado a mano con diámetro de nada menos que 87 mm.
  • Otro asférico también muy grande moldeado en vidrio.
  • Dos asféricos más de menor tamaño igualmente moldeados en vidrio.
  • Otro fabricado en vidrio Super ED de dispersión cromática extrabaja.
  • Y  uno UD de dispersión cromática muy baja.

Sección transversal del impresionante esquema óptico-mecánico de 16 elementos en 11 grupos del zoom angular extremo Canon EF 11-24 mm f/4L USM, que ha supuesto un antes y un después en el diseño y construcción de este tipo de objetivos de focal variable al haber ampliado el rango ultra angular hasta los 11 mm, superando incluso la barrera de los 12 mm del super gran angular no retrofoco Voigtlander Heliar 12 mm f/5.6, lo cual puede calificarse sin ambages como hazaña, ya que el zoom de Canon es un diseño retrofoco creado para su uso con cámaras profesionales reflex full frame y en el que la lente frontal bulbosa de gran tamaño (nada menos que 108 mm) se mueve al enfocar, con una distancia mínima de enfoque que cambia según la focal utilizada: 32 cm en la posición 11 mm y 28 cm en la de 24 mm.

Sección transversal del impresionante esquema óptico-mecánico de 16 elementos en 11 grupos del zoom angular extremo Canon EF 11-24 mm f/4L USM, que ha supuesto un antes y un después en el diseño y construcción de este tipo de objetivos de focal variable al haber ampliado el rango ultra angular hasta los 11 mm, superando incluso la barrera de los 12 mm del super gran angular no retrofoco Voigtlander Heliar 12 mm f/5.6, lo cual puede calificarse sin ambages como hazaña, ya que el zoom de Canon es un diseño retrofoco creado para su uso con cámaras profesionales reflex full frame y en el que la lente frontal bulbosa de gran tamaño (nada menos que 108 mm) se mueve al enfocar, con una distancia mínima de enfoque que cambia según la focal utilizada: 32 cm en la posición 11 mm y 28 cm en la de 24 mm.

El coste de producción de este zoom angular extremo es muy elevado e inevitablemente ello repercute en su precio de venta de aproximadamente 3.000 euros, que ciertamente los vale, ya que constituye en sí mismo un importante tour de force óptico y mecánico que supone un salto cualitativo y una espectacular ampliación de cobertura angular con respecto al camino abierto por otros dos objetivos zooms ultra gran angulares de élite, uno rectilíneo con un impresionante nivel de corrección de la distorsión, viñeteado apenas apreciable incluso en las focales más cortas y gran uniformidad de excelente calidad de imagen en centro, borde y esquinas (el Olympus Zuiko Digital 7-14 mm f/4 ED) y otro enormemente versátil, no tan superlativamente corregido en distorsión y viñeteado pero con importante abertura máxima de f/2.8, generador de excepcionales niveles de resolución y contraste y que es hasta ahora el referente en el ámbito del reportaje y la fotografía de paisaje (el Nikon AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED):

 

El Olympus Zuiko Digital 7-14 mm f/4 ED para sistema Cuatro Tercios, equivalente a un 14-28 mm f/4 en paso universal, presentado en septiembre de 2004, con fórmula óptica de 18 elementos en 12 grupos (dos de ellos asféricos – el segundo con un torneado de gama referencial, gran diámetro y más que intrépida curvatura así como notable meticulosidad en el tallado de sus bordes y el décimosexto fabricado en vidrio ED y de tamaño mucho más pequeño-, dos Super ED – el cuarto y el sexto, este último de tamaño algo menor -, y uno ED – el décimo cuarto) y peso de 780 gramos. Todavía el patrón en este ámbito y uno de los mayores logros en toda la historia de las ópticas fotográficas, con un nivel de corrección óptica increíble: prácticamente exento de distorsión geométrica alguna, un viñeteado extremadamente bajo para un objetivo de tan gran cobertura y una homogeneidad de altísima definición y contraste entre centro y esquinas desconocida en un zoom de este tipo hasta su aparición, incluso a 7 mm (gracias al mantenimiento de algo de color fringing en el extremo focal corto), siempre teniendo en cuenta que dentro de la extrema complejidad y mérito que conlleva diseñar un objetivo zoom angular extremo de primerísimo nivel como éste, es más fácil y con un coste de producción más bajo hacerlo para formato 4/3, micro 4/3 o APS-C que para formato 24 x 36 mm.

 

 

El Nikon AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED. Presentado en agosto de 2007. Un auténtico referente que destaca por su gran luminosidad para un zoom extremo de tales características diseñado para sensor full frame y muy especialmente por su extraordinario poder de resolución y contraste en el centro, caracterizado por su impresionante homogeneidad de rendimiento óptico a todos los diafragmas entre f/2.8 y f/11 y en todas y cada una de las focales (superando incluso en este ámbito al soberbio Leica Vario-Elmar-R 21-35 mm f/3.5-4 ASPH, lo cual tiene un enorme mérito, ya que el AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED alcanza una cobertura angular 7 mm mayor, por lo que su diseño fue mucho más prolijo y mayor la inversión en su desarrollo), produciendo además espléndidos colores, mientras que en las esquinas hay un ligero descenso cualitativo a f/2.8 que a partir de f/4 se aproxima a los resultados en el centro de la imagen.

Nikon volcó en este zoom todo su know-how óptico y mecánico, con una fórmula óptica de 14 elementos en 11 grupos (3 de ellos asféricos y 2 ED), 9 palas de diafragma y uso extensivo de revestimiento con nano cristal, habiéndose corregido muy bien el viñeteado, con valores a efectos prácticos insignificantes incluso a plena abertura f/2.8, muy superior en esta faceta (al igual que en las restantes) al Nikkor 16-35 mm f/4 VR.

Obviamente, un objetivo con esta gama de focales ultraangulares, f/2.8 constante y soberbia construcción mecánica enteramente metálica (con excepción del parasol de plástico) no puede ser pequeño, por lo que sus dimensiones son de 9,8 cm de diámetro x 13,5 cm de longitud y su peso de 969 g.

Es un auténtico todoterreno, tanto en fotografía de reportaje como de paisaje, con excepción de la fotografía de arquitectura, donde la corrección de la distorsión del Olympus Zuiko 7-14 mm f/4 y el Canon EF 11-24 mm f/4L USM es superior.

No obstante, la corrección de la distorsión en el AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8 es bastante más que digna, ya que únicamente presenta una ligera distorsión en barrilete entre 14 y 19 mm, que desaparece a partir de 20 mm y una distorsión en cojinete aún menor, casi imperceptible, a 24 mm.

 

FÓRMULA ÓPTICA DE PRIMERÍSIMO NIVEL Y ENSAMBLAJE MECÁNICO ESTADO DEL ARTE

La muy compleja y exótica fórmula óptica del zoom super gran angular extremo Canon 11-24 mm f/4L de 16 elementos (uno asférico de gran tamaño y torneado a mano con diámetro de nada menos que 87mm mm, otro asférico también muy grande moldeado en vidrio, dos asféricos más de menor tamaño igualmente moldeados en vidrio, otro fabricado en vidrio Super ED de dispersión cromática extrabaja y uno UD de dispersión cromática muy baja) define por sí misma el enorme esfuerzo de diseño, uso integral de know-how óptico/mecánico y las dificultades de fabricación que entraña producir un zoom con estas características, que posee una excelente calidad óptica en toda su gama focal, así como una muy encomiable corrección de la distorsión para un objetivo tan sumamente angular.

Ni que decir tiene que durante la fase de elaboración hay un elevado porcentaje de elementos ópticos desechados, en especial la gran lente asférica frontal torneada de 87 mm que precisa tallado manual de extraordinaria precisión por parte de un muy experimentado óptico, así como el uso de ingeniería de vanguardia y diferentes ultramodernas tecnologías que hacen que se tarde varios días en fabricar. Todo ello hace que el coste de producción de este extraordinario objetivo zoom ultra gran angular sea muy elevado.

A ello hay añadir el hecho singular de que existe una afinidad conceptual clave entre la gran atención prestada por Canon al diseño de la forma y curvatura del segundo elemento asférico de la zona frontal del 11-24 mm f/4L, que es muy importante en su rendimiento óptico final y decisivo en la enorme personalidad de este objetivo zoom y la igualmente enorme importancia que se dió en el diseño del Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 a la forma y curvatura de su segundo elemento (que es el único asférico de su esquema óptico) ubicado detrás de la gran lente frontal.

Por otra parte, al igual que ocurre con el Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED – diseñado también para sensor 24 x 36 mm -, el Canon EF 11-24 mm f/4 L USM ha sido muchísimo más difícil de hacer que el Olympus Zuiko 7-14 mm f/4 ED para sistema 4/3 y que el Olympus M. Zuiko Digital ED 7-14 mm f/2.8 Pro para sistema Micro 4/3 (este último con excelente corrección de la distorsión mediante algoritmos de software, que obtiene su máxima calidad de imagen a 14 mm – equivalente a 28 mm en full frame- y muy buena a 10 mm – equivalente a 20 mm en formato 24 x 36 mm – , mientras que a 7 mm – equivalente a 14 mm en full frame – es muy bueno en el centro pero bastante inferior en esquinas, incluso diafragmando) y con un coste de producción mucho más alto, ya que fabricar un objetivo zoom 11-24 mm tan sumamente angular diseño puro, prácticamente sin distorsión y con una elevada uniformidad de rendimiento entre centro y esquinas para el círculo de imagen inherente al sensor formato 24 x 36 mm (con un área de 864 mm2) un 400% más grande que el del formato Cuatro Tercios 17.3 x 13 mm (con un área de 225 mm2) entraña hacer frente a unas exigencias ópticas muy superiores en complejidad y asumir retos físicos con frecuencia al borde de lo científicamente posible, sobre todo cuanto más se lleve al límite la focal más corta, y en este sentido, los 11, 12 y 13 mm en el extremo angular del Canon EF 11-24 mm f/4L USM constituyen sin duda una significativa presentación de credenciales.

Tampoco hay que olvidar que diseñar y fabricar objetivos angulares y standard para sensores Cuatro Tercios, Micro Cuatro Tercios y APS-C que den menos rayos divergentes en los márgenes del campo de imagen es más fácil y con un coste de producción mucho más bajo que diseñar y fabricar objetivos para sensor 24 x 36 mm que hagan lo propio, sobre todo con los angulares, ya que cuanto más oblicuos son los rayos de luz que llegan al sensor, mayor es la posibilidad de que se produzcan errores de color, viñeteado y ruido de fondo, a diferencia de los teles cuyos rayos de luz emergentes son casi paralelos.

 

Asimismo, el Canon EF 11-24 mm f/4L USM es un diseño óptico más meritorio, avanzado y difícil de realizar tanto desde un punto de vista óptico como mecánico que el soberbio AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED, porque extender la gama de focales gran angular desde 14 mm a 11 mm aumenta de modo geométrico las dificultades de fabricación e inserción de elementos y grupos ópticos dentro del objetivo y las tolerancias han de ser mucho más estrictas, además de que su corrección de la distorsión es mejor, hasta el punto de que puede ser utilizado en fotografía de arquitectura tanto en exteriores como en interiores, incluso a 11, 12 y 13 mm, lo cual es una auténtica e histórica proeza, además de constituir un objetivo que abrirá nuevas posibilidades creativas y de composición en fotografía de interiores, arquitectura, industrial, paisaje, bodas y todo tipo de eventos con asistencia de muchas personas, entornos en los que se desenvuelve a un gran nivel.

No obstante, tal y como ocurre con todos los objetivos, tanto fijos como zoom, ninguno es perfecto, y no es menos cierto que el AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8 es también un fantástico zoom profesional ultra angular, superior al Canon EF 11-24 mm f/4L USM en máxima abertura de diafragma (f/2.8) y ligeramente superior en resolución y contraste – ambos son excelentes en estos dos parámetros – , aspectos que le aportan algunas importantes ventajas y le convierten en una opción mejor en fotoperiodismo, paisaje (aunque en este género fotográfico las cosas se equilibran mucho, ya que los 11, 12 y 13 mm disponibles en el zoom Canon pueden marcar la diferencia a la hora de fotografiar paisajes en los que se necesite la máxima cobertura angular posible) , astrofotografía y moda.

 

CRITERIO PRÁCTICO DE DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN OPTIMIZADOS PARA CONSEGUIR EL MEJOR RENDIMIENTO ÓPTICO POSIBLE EN LAS FOCALES MEDIAS Y CORTAS ENTRE LOS 19 Y 11 MM Y LA REDUCCIÓN DE LA DISTORSIÓN A VALORES CASI INAPRECIABLES, INCLUSO EN EL EXTREMO MÁS CORTO DE SU RANGO FOCAL

Desde un punto de vista óptico, es hoy por hoy prácticamente imposible conseguir una uniformidad al 100% en centro, bordes y esquinas en toda la gama de focales cubiertas por un objetivo zoom ultra gran angular tan sumamente extremo como éste que incluye en su rango más corto las focales rectilíneas de 11, 12 y 13 mm y en su rango más largo la de 24 mm.

Por ello, Canon ha realizado un brutal esfuerzo de diseño en el que se da prioridad sobre todo a las focales medias de su rango 16, 17, 18, 19 y 20 mm desde el punto de vista de la obtención de una mayor homogeneidad de excelente rendimiento en centro, bordes y esquinas (siendo 16 mm a f/8 y f/11 la cúspide cualitativa de este buque insignia), pero con un objetivo fundamental: la consecución de la máxima resolución y contraste posibles en el centro en las focales cortas más extremas de 15, 14, 13, 12 e incluso 11 mm, igualando en gran medida (y ésto es un logro óptico excepcional) los valores de poder de definición y contraste en el centro de la imagen en las mencionadas focales medias, aunque con un inevitable descenso en resolución y contraste en bordes y esquinas (si bien la calidad sigue siendo muy buena en dichas zonas para un zoom con esta tremenda cobertura gran angular extrema rectilínea) a todos los diafragmas y distancias de enfoque.

Canon ha aplicado el criterio práctico de potenciar sobre todo la eliminación al máximo posible de la distorsión, dejándola en unos niveles admirables, casi inapreciables, en acerico para la gama de focales largas y medias (entre 24 mm y 19 mm aproximadamente) y en barrilete (para las focales entre alrededor de 16 y 11 mm, siendo ésta última, inevitablemente, en la que hace más acto de presencia — con aproximadamente 3.8 % —), con unos valores excelentes y sobre todo sorprendentes para un objetivo tan brutalmente angular, algo dificilísimo de conseguir, a costa de preservar intencionadamente las aberraciones cromáticas visibles inherentes a 12 mm y sobre todo 11 mm en las esquinas, además de un notable viñeteado en posición 11 mm a plena abertura f/4 (tolerable, ya que ello permite muy buena resolución, contraste y más que aceptable corrección de la distorsión a esta focal tan extremadamente corta — por mencionar sólo un ejemplo, el Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 ASPH tiene una distorsión en barrilete del 2% —), siempre teniendo en cuenta que hay oscurecimiento en esquinas visible a máxima abertura f /4 en todas las focales (incluyendo 1.5 EV en posición 24 mm a f/4), pero desaparece a partir de f/5.6 entre 12 mm y 24 mm.

 

Y esta sensacional corrección de la distorsión en un objetivo zoom de cobertura ultra gran angular tan gigantesca como es el Canon 11-24 mm f/4L que permite hacer con él fotografía de arquitectura incluso a 11 mm, constituye per se un importante hito en la historia de las ópticas fotográficas, siendo en estos momentos el zoom profesional rectilíneo más angular del mercado, con la ventaja añadida de que posee una excelente resolución y contraste en el centro a todas las focales y diafragmas, incluyendo f/4, manteniendo muy buenos valores (sólo ligeramente inferiores) en las esquinas, se ha eliminado de modo prácticamente integral el coma y el control del flare es más que notable gracias a los recubrimientos Wavelength Structure Coating (SWC) y Air Sphere Coating (ASC), todo lo cual tiene un mérito enorme en un objetivo que comienza en 11 mm y ha marcado sin duda un punto de inflexión en la Historia de la Fotografía en este tipo de objetivos zoom ultra gran angulares.

En otro orden de cosas, para percibir en su adecuada dimensión el trascendental logro conseguido por Canon con la ampliación de la cobertura angular extrema de 14 mm a 11 mm, es importante tener en cuenta que hasta hace muy poco se consideraba poco menos que inviable dentro del ámbito ultraangular la construcción de objetivos angulares extremos rectilíneos de gama alta con excelente corrección de la distorsión para cámaras reflex por debajo de la barrera de los 13 mm encarnada por el mítico Nikkor F 13 mm f/5.6 de 16 elementos en 12 grupos, dotado de corrección óptica para distancias muy cortas mediante elementos traseros flotantes, multirrevestimientos integrados y 7 palas de diafragma, diseñado por Ikuo Mori en 1971 y cuyo primer prototipo fue construido por Nikon en 1972, al que el nuevo zoom Canon EF 11-24 mm f/4L USM supera nada menos que en 2 mm en su focal más corta.

 

ELIMINACIÓN PRÁCTICAMENTE INTEGRAL DEL COMA Y MUY BUEN CONTROL DEL FLARE

El Canon 11-24 mm f/4L está prácticamente exento de coma a plena abertura f/4 a todas sus focales y diafragmas, algo enormemente revelador, al igual que el hecho de que el Nikkor 14-24 mm f/2.8 esté casi libre de coma incluso a plena abertura f/2.8 donde sus valores en esta faceta son insignificantes y desaparecen totalmente a partir de f/4.

Generalmente, quienes compran un objetivo de gama profesional (con excepción de los fotógrafos especializados en fotografía nocturna y astrofotografía), tanto si es óptica fija como zoom, no suelen tener la corrección del coma entre sus prioridades más importantes, sino que buscan sobre todo una muy amplia abertura de diafragma, la máxima resolución y contraste posibles, una excelente corrección de la distorsión, una buena reducción del viñeteado en los diafragmas más luminosos, un tratamiento antireflejos de primer nivel, etc.

Es por ello que al diseñar y fabricar excelentes objetivos angulares muy luminosos entre f/1.4 y f/2.8 que destacan en dichos parámetros mayormente anhelados por profesionales y fotógrafos avanzados, con frecuencia se optimiza todo el diseño apoyándose en una intencionada falta de atención integral a la corrección del coma durante el desarrollo de la fórmula óptica, los tests con curvas MTF, etc, porque el coma no será un aspecto decisivo en géneros fotográficos como la arquitectura, paisajes, fotografía de interiores, moda creativa a diafragma abierto, etc, y el mantenimiento de cierto grado de coma a la máxima abertura que desaparece al diafragmar dos puntos suele ser lo habitual, ya que ello permite decantar los compromisos inherentes a cualquier diseño óptico por bueno que sea en favor de los parámetros anteriormente mencionados.

Es lo que ocurre por ejemplo con el Canon 24 mm f/1.4L II y el Sigma Art 24 mm f/1.4 DG HSM, ambos con un coma visible a f/1.4 y f/2, que en el Sigma desaparece en gran medida a f/2.8 y en el Canon a f/4.

Por su parte, el Samyang 24 mm f/1.4 ED AS IF UMC Aspherical está ya prácticamente libre de coma a f/2 y muy reducido a f/1.4, pero su corrección de la distorsión y sus valores de resolución y contraste aún siendo buenos son claramente inferiores al Canon 24 mm f/1.4L II y al Sigma Art 24 mm f/1.4 DG (siendo este último el de mayor calidad global de los tres), ya que igualar las cotas en resolución y contraste tanto del angular Canon como del de Sigma preservando simultáneamente su excelente corrección del coma a diafragma abierto habría elevado notablemente el coste de diseño y fabricación, así como su nivel cualitativo, y su precio habría sido inevitablemente mucho más alto.

Además, es también muy significativo el hecho de que el Canon 11-24 mm f/4L supera claramente en todas sus focales y diafragmas tanto al Canon EF 14 mm f/2.8L II como al Canon 16-35 mm f/2.8L II en corrección del coma y definición en bordes, y posee algo menos de distorsión en posición 14 mm que el Canon EF 14 mm f/2.8L II y menos distorsión a 16, 17 y 18 mm que el Canon 16-35 mm f/2.8 L II.

Con respecto al control del flare, desde el mismo comienzo del diseño de su zoom 11-24 mm f/4L, Canon fue plenamente consciente de que éste iba a ser uno de los aspectos clave y más complicados de abordar, debido a que la ampliación de 14 mm a 11 mm en el extremo angular más corto hace aumentar muchísimo tanto las probabilidades de que se produzcan reflejos como las dificultades para controlarlos en comparación con ópticas fijas de 14, 15 y 16 mm o zooms que parten de 14 mm.

Por ello, se creó un departamento de investigación independiente encargado de buscar la mejor solución posible a este tema, y tras abundantes pruebas, se optó por una simbiosis entre las dos primeras lentes frontales asféricas de gran tamaño de la parte delantera y el cuarto elemento ubicado entre la tercera lente asférica y el elemento Super ED, adhiriendo revestimiento Subwavelength Structure Coating (SWC) a la cara interna de la curvatura completa de los elementos asféricos 1 y 2 de gran tamaño y revestimiento Air Sphere Coating (ASC) a toda la superficie recta de la cara externa del elemento Super ED.

Todo ésto tiene como resultado una gran potenciación del contraste, que realza notablemente la percepción visual de la nitidez y captación de detalles ya de por sí excelentes de este zoom.

Pero por si todo ello fuera poco, Canon, plenamente consciente de que no es posible acoplar el típico filtro UV o protector (algo que asimismo ocurre con el Nikkor 14-24 mm f/2.8), ha prestado también una gran atención a evitar por todos los medios que polvo, suciedad o gotas de agua puedan adherirse tanto a la enorme parte delantera del objetivo (108 mm de diámetro) como a la parte trasera del mismo, algo de extrema dificultad, muy especialmente con respecto a la gran superficie de su zona frontal, pero lo ha conseguido mediante un muy avanzado revestimiento de flúor Fluorine Coating de impresionantes propiedades antiadherentes que recubre toda la superficie de curvatura externa de la enorme lente asférica frontal de 87 mm torneada a mano y también toda la superficie trasera recta de la lente asférica (de dimensiones mucho más pequeñas y moldeada en vidrio) de la zona trasera, y que es la más próxima al sensor cuando el objetivo está conectado.

Para hacerse una idea de lo que ha supuesto en la historia de la óptica el Canon 11-24 mm f/4 L, el objetivo fijo Samyang  14 mm f/2.8 IF ED UMC Aspherical posee una extraordinaria corrección del coma, de tal manera que incluso a plena abertura está exento de él, pero el zoom Canon 11-24 mm f/4L posee cualidades de óptica fija en toda su gama focal, hasta el punto de que a 12 y 13 mm posee mejor corrección de la distorsión que el Samyang 14 mm f/2.8 Aspherical, superándole también en resolución y contraste, al tiempo que su diseño óptico ha preservado una prácticamente total reducción del coma a máxima abertura f/4 gracias sobre todo a la interacción entre los cuatro elementos asféricos (tres de ellos en la parte delantera y el otro al final de la parte trasera), el elemento Super UD de la parte delantera y el elemento UD de la parte trasera del objetivo zoom.

Por tanto, el hecho de que se haya prestado bastante más atención de lo habitual a la corrección del coma a plena abertura f/4 (diafragma abierto relativamente moderado) en el Canon 11-24 mm f/4L teniendo en cuenta los sobresalientes valores de poder de resolución, contraste, increíblemente buena corrección de la distorsión y la enorme cobertura super angular hasta 11 mm que ofrece y viñeteado admirablemente reducido, indican claramente que es un objetivo de élite en el que se han analizado concienzudamente todos y cada uno de la pléyade de aspectos ópticos y mecánicos que entran en juego y se han invertido grandes cantidades de dinero en I + D en sinergia con un ímprobo esfuerzo de diseño y construcción, algo también aplicable en esta faceta al Nikkor 14-24 mm f/2.8 (un diseño más meritorio en esta faceta que el Canon, siempre teniendo en cuenta que un Canon 11-24 mm f/2.8 con la calidad del Canon 11-24 mm f/4L es imposible de construir sin que el peso y el tamaño aumenten a más del doble) , cuyos apenas apreciables valores de coma a f/2.8 y su eliminación a f/4 le hacen todavía más apropiado para fotografía nocturna y astrofotografía, que requieren la mayor captación de luz posible, por lo que lo mejor es disponer de una abertura máxima f/2.8 o mayor.

Conseguir con un zoom angular tan extremo como el Canon 11-24 mm f/4L o el Nikkor 14-24 mm f/2.8 integrar una práctica desaparición del coma a la máxima abertura de diafragma con el resto de cualidades mayormente buscadas por los profesionales al adquirir un zoom de élite es algo de enorme dificultad, que aumenta exponencialmente si se quiere conseguir reducir todo lo posible las aberraciones de Seidel, ya que para conseguir dicho nivel cualitativo referencial es imposible controlar eficazmente todos los parámetros mediante sistemas ópticos cuyo trazado de rayos lumínicos sea establecido únicamente por ordenadores y softwares de diseño, por muy avanzados que puedan ser, y hará falta al menos un óptico con tremendo conocimiento y experiencia que sepa las decisiones que hay que tomar.

 

CUIDADO DIAFRAGMA DE 9 PALAS

Canon ha prestado también gran atención al diseño del diafragma de su zoom 11-24 f/4L, dotándole de 9 palas de diafragma con forma concienzudamente estudiada para sinergizar al máximo con los multirrevestimientos Subwavelength Structure Coating (SWC), Air Sphere Coating (ASC) y Fluorine Coating que incorpora su fórmula óptica, lo cual potencia todavía más si cabe la excelente reducción del flare que caracteriza a este objetivo, y además confiere al sol que aparezca en fotografías de paisaje como una bella estrella de 18 puntas.

 

ELEVADO PORCENTAJE DE ELEMENTOS DESECHADOS DURANTE LAS FASES DE FABRICACIÓN

Otra razón importante del alto coste de los objetivos muy sofisticados y con muy elevadas prestaciones ópticas y mecánicas es la muy alta tasa de elementos fuera de tolerancias rechazados, ya que cuanto mayor sea su rendimiento, mayor habrá de ser la precisión con la que se tallen, pulan y cubran con revestimientos sus elementos ópticos, por lo que sobre todo los cuatro elementos asféricos de la fórmula óptica (especialmente el primero – de enorme diámetro, 87 mm, y torneado a mano – y el segundo – también de gran diámetro, moldeado y todavía más interesante desde un punto de vista óptico-) del nuevo zoom Canon EF 11-24 mm f/4 L requieren una extrema precisión y pueden tardarse varios días en configurarlos, por lo que se genera una inevitable pérdida de tiempo y de capacidad de producción, además de que con objetivos de este sobresaliente nivel, si se produce la más mínima desviación de tolerancia o descentramiento, no es posible utilizar el recurso (del que a veces pueden servirse los diseñadores ópticos con objetivos de gama intermedia y alta) de contrarrestar el efecto producido por dicha desviación utilizando otro elemento óptico con características opuestas que lo neutralicen.

 

LA NECESIDAD TRANSFORMADA EN VIRTUD

Las excepcionales cualidades del Canon 11-24 mm f/4L con respecto a su impresionante cobertura gran angular extrema, su enormemente meritoria corrección de la distorsión geométrica, sus excelentes valores de resolución y contraste especialmente en sus focales más cortas y medias incluso a diafragma abierto f/4, la plena operatividad profesional de sus 11, 12 y 13 mm, su viñeteado notablemente bien controlado, sobre todo si se tiene en cuenta que es el zoom rectilíneo más angular del mercado, su muy avanzada y exótica fórmula óptica con profusión de elementos asféricos de gama alta tanto torneados como moldeados en vidrio (en especial los muy difíciles de construir y de elevado coste de producción elementos 1 y 2 con gran diámetro de la parte frontal), etc, son producto de dos factores clave:

  1. El muy fuerte peso específico en el mercado fotográfico y prestigio del AF-S Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED.
  2. La presentación por Canon de sus nuevas cámaras reflex profesionales Canon 5DS y 5DS R con sensores full frame de 50 megapíxels, mucho más exigentes con las ópticas que se les acoplen que los sensores de 24 o 18 megapíxels de cámaras réflex full frame también profesionales como la Canon EOS 5D Mark III de o la Canon EOS-1D X.

 

Parece claro que el Canon 11-24 mm f/4L fue diseñado desde un principio con la necesidad fundamental in mente de obtener una interacción lo mejor posible con los nuevos sensores formato 24 x 36 mm de 50 megapíxels de sus nuevas cámaras reflex profesionales y otras nuevas que puedan aparecer en el futuro.

Será interesante ver la evolución del mercado y si esta escalada en megapíxels se va convirtiendo en una futura tendencia de mercado en el segmento profesional full frame, ya que está muy claro que cámaras como la Nikon D800, D800E y Sony A7r de 36 megapíxels, las Fujifilm X-T1 APS-C de 16 megapíxels, la Olympus E-M5 MK II, CSC Micro 4/3 de 16 megapíxels, la Panasonic Lumix GH4 Micro 4/3 de 16 megapíxels son cámaras totalmente profesionales con prestaciones, avanzadísima tecnología y excelentes calidades de imagen producidas, que permiten además la obtención de grandes ampliaciones sobre papel fotográfico a tamaños impensables sólo hace unos pocos años (sobre todo las de sensor APS-C y Micro 4/3) y satisfacer la inmensa mayoría de trabajos de los fotógrafos que las usen, por lo cual considerar una necesidad absoluta el tener una cámara con sensor de 50 megapíxels (algo que obviamente también tiene sus ventajas) sería una falacia, ya que las cámaras son ante todo y para todo herramientas fotográficas cuya idoneidad dependerá mayormente del tipo de trabajo a realizar.

Por otra parte, el aumento del poder de resolución del sensor hasta los 50 megapíxels con cámaras reflex dotadas de pentaprisma, espejo reflex y abundantes piezas móviles presenta más inconvenientes que el hipotético diseño de un tipo de cámara mirrorless full frame 24 x 36 mm con visor electrónico del tipo de la Sony A7r pero con 50 megapíxels en lo tocante a vibraciones, desgastes y muy especialmente la creación de objetivos específicos para sensor tan potente, ya que la ausencia de espejo basculante y una flange distance menor que en las cámaras dslr de formato completo permite concebir diseños ópticos más puros y fabricar ópticas todavía de mayor nivel cualitativo y con un porcentaje menor de compromisos.

 

NACE UNA NUEVA ERA EN EL DISEÑO Y FABRICACIÓN DE OBJETIVOS ZOOM SUPER ANGULARES EXTREMOS RECTILÍNEOS

El Canon 11-24 mm f/4L ha inaugurado una nueva era en el diseño y fabricación de objetivos zooms ultra gran angular, con unos niveles de resolución, contraste, impresionante corrección de la distorsión si se tiene en cuenta que parte en su extremo focal más corto nada menos que de 11 mm, excelente control del flare mediante el uso de dos multirrevestimientos estado del arte en simbiosis con otro revestimiento muy avanzado que evita la adherencia de gotas de agua, suciedad y polvo tanto en la enorme lente frontal bulbosa como en la parte trasera del elemento asférico 4 – el más próximo al sensor -, y la más exótica y completa fórmula óptica realizada hasta la fecha con este tipo de objetivos y dotada de 4 elementos asféricos, uno Super UD de dispersión cormática extrabaja y uno UD de dispersión cromática muy baja, unido todo ello a una construcción mecánica de primer nivel.

Esto supone un hecho trascendental: la superación con un objetivo zoom de extrema cobertura superangular hasta los 11 mm del en gran medida progenitor de todos los objetivos fijos ultraangulares retrofoco de 15 y 14 mm durante más de 40 años: el Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5 rectilíneo de 13 elementos en 12 grupos- diseñado y optimizado para f/5.6 por el genio Erhard Glatzel, pionero en el uso de elementos asféricos de gran tamaño en este tipo de objetivos angulares extremos con excelente corrección de la distorsión y muy altos valores de resolución y contraste- y presentado durante la Photokina de 1972 como prototipos HFT Distagon 15 mm f/3.5 con montura de bayoneta Rollei para Rolleiflex SL35 y como SMC Takumar 15 mm f/3.5 con montura de rosca M42 para cámaras Pentax y fabricado para Asahi Optical Co por Carl Zeiss mediante un acuerdo entre ambas empresas.

De hecho, el Carl Zeiss Distagon T* 15 mm f/3.5 C/Y en montura Contax-Yashica presentado durante los años ochenta — con ADN Erhard Glatzel e idéntica fórmula óptica que el Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5 de 13 elementos en 12 grupos original de 1972, aunque con mejores multirrevestimientos antirreflejos — sigue siendo hoy en día uno de los mejores objetivos fijos angulares extremos rectilíneos, y pese a haber sido diseñado para cámaras réflex de película 24 x 36 mm, obtiene una espléndida calidad de imagen y ausencia de distorsión conectado mediante adaptador a cámaras reflex full frame de 24 megapíxels como la Canon EOS 5D Mark III, aunque con cámaras profesionales reflex digitales con sensor de 50 megas como las Canon 5DS y 5DS R su rendimiento no es tan bueno.

El Canon 11-24 mm f/4L — creado desde cero para sensor digital 24 x 36 mm de 50 megapíxels — posee un mejor control del flare mediante unos multirrevestimientos lógicamente mucho más evolucionados y eficaces (pese a que el revestimiento antirreflejo T* del diseño original Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5 de Erhardt Glatzel sigue siendo incluso hoy en día muy bueno y compensa los abundantes tramos de aire de su fórmula óptica), una resolución y contraste ligeramente superiores, un mayor control del color fringing, y un elemento asférico 2 muy grande (justo detrás del 1 de tamaño enorme, aún mayor y tallado a mano), cuya superficie de curvatura interna (a diferencia de la lente asférica más delantera) presenta abundantes zonas desuniformes meticulosamente estudiadas para interactuar con la gran lente frontal asférica y la tercera lente asférica (más pequeña que las otras dos de la zona delantera del objetivo) ubicada justo tras ella.

Esto supone a efectos prácticos la génesis de una nueva especie, ya que esta lente asférica 2 ocupa una posición en el esquema óptico del Canon 11-24 mm f/4L similar a la de la lente 2 no asférica de notable tamaño del Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5 que interactúa con la gran lente frontal no asférica de este objetivo y el bastante más pequeño y de mayor grosor elemento asférico (11) antepenúltimo de su fórmula óptica, pero con la diferencia de que el grado de curvatura externa del elemento asférico 2 del Canon 11-24 f/4L es significativamente mayor que la lente 2 no asférica del Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5  y mucho menor (aproximadamente la mitad) la distancia entre dicho elemento asférico 2 y el enorme elemento asférico 1 más delantero.

Evidentemente, los objetivos de referencia en el ámbito ultra angular diseñados para full frame siguen siendo hoy por hoy dos, ambos ópticas fijas de enfoque manual y también creados para full frame:

  • El Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 ASPH de 13 elementos — uno de ellos asférico, el segundo tras la gran lente frontal, cuatro e dispersión parcial anómala y seis de vidrio óptico altamente refractivo — en 10 grupos, diseñado por Schneider- Kreuznach conforme a especificaciones Leica y presentado en 2001, virtualmente sin flare y con extraordinarios niveles de resolución y contraste a plena abertura en centro, bordes y esquinas, además de una impresionante corrección de la distorsión, eliminación prácticamente integral del color fringing y el astigmatismo y una distancia mínima de enfoque de tan sólo 18 cm, con unas dimensiones muy reducidas de 85,3 mm de longitud y 83,5 mm de diámetro en su zona más ancha y un peso de 710 gramos.
  • El Carl Zeiss Distagon 15 mm f/2.8 T* lanzado al mercado en 2012, con 15 elementos — dos de ellos asféricos — en 12 grupos, distancia mínima de enfoque de 25 cm, dimensiones de 132 mm de longitud y 103 mm de diámetro, peso de 748 gramos, y al igual que el Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 ASPH con unos valores extraordinarios prácticamente en todos los aspectos ópticos relevantes, incluso a plena abertura f/2.8, superiores incluso a los del Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8, además de tener también una construcción mecánica de primerísimo nivel.

Estas dos ópticas fijas juegan en otra liga — especialmente el Carl Zeiss Distagon 15 mm f/2.8 T* , aunque el Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 ASPH se le aproxima mucho, lo cual tiene un gran mérito, ya que es un objetivo once años más antiguo pero bastante más pequeño y ligero, con casi 5 cm menos de longitud y pesa 38 gramos menos, por lo que fue más difícil de diseñar y fabricar — y son los buques insignias en el segmento de ópticas super angulares extremas para formato 24 x 36 mm, pero con un precio inevitablemente muy elevado: entre 6.000 y 7.000 euros el Super-Elmarit-R 15 mm f/2.8 ASPH (que es además pieza de coleccionistas, ya que sólo se fabricaron 420 unidades) de segunda mano y unos 2.700 euros el Carl Zeiss Distagon 15 mm f/2.8 T* nuevo, ya que la construcción enteramente metálica de ambos, su robustez y duración en el tiempo, la máxima calidad de los metales nobles utilizados en su fabricación, las exquisitas helicoidales de enfoque en latón, la precisión de la ingeniería mecánica que incorporan, su resolución lineal y contraste, su corrección de la distorsión y la ausencia de aberraciones cromáticas que permite hacer fotografías en interiores con contextos de grandes contrastes de altas y bajas luces o reflejos brillantes, y muchas otras cualidades, sencillamente no tienen rival hoy en día.

Pero la llegada de la fotografía digital y la necesidad de adecuar los diseños ópticos a los sensores digitales que han sustituido a las antiguas emulsiones químicas, ha generado entre 2007 con la aparición del Nikkor 14-24 mm f/2.8G ED y el 2015 con la aparición del Canon 11-24 mm f/4L. 

Un hito en la historia de las ópticas fotográficas en general y de los objetivos de focal variable en particular: la creación de objetivos zoom diseñados para formato 24 x 36 mm con prestaciones ópticas y mecánicas de altísimo nivel en lo tocante a resolución, contraste, corrección de la distorsión, ausencia de aberraciones, y ampliación de la cobertura focal más angular hasta los 14 mm en una primera fase y de modo insólito hasta los 11 mm con el reciente Canon 11-24 mm f/2.8L que posicionan a ambos zooms en una ubicación cualitativa de calidad de imagen entre el diseño primigenio Carl Zeiss Distagon 15 mm f/3.5 creado por Erhard Glatzel en 1972 — y que fue el patrón hasta finales del siglo XX — y el imbatible dúo Super-Elmarit-R 15 mm f/3.5 ASPH/Carl Zeiss Distagon 15 mm f/2.8 T*.

Y hacer ésto con objetivos zooms constituye una proeza óptico-mecánica sin precedentes, cuyos protagonistas han sido primero el Nikkor 14-24 mm f/2.8GED (introducido en 2007) y desde hace cinco años (fue presentado en 2015) este increíble Canon 11-24 mm f/4L, que sigue siendo el referente cualitativo óptico mecánico entre los zooms ultragranangulares.

 

Tutorial de astrofotografía: Galaxia del Sombrero (M104)

Publicada en 11 marzo, 2020

En este brevísimo tutorial vamos a analizar:

  1. Cómo captar la Galaxia del Sombrero (M104) desde el centro de una ciudad. Qué equipo se ha utilizado.
  2. Cómo procesar, secuencialmente las imágenes captadas.

 

El equipo utilizado para captar la imagen, desde Madrid, ha sido:

  • Un refractor Takahashi de 78 mm, y 631 mm de focal. Se le ha aplicado una barlow 2,5 x; por tanto, se ha fotografiado casi a una relación focal de 21, una auténtica barbaridad  (casi 1.600 mm de focal, convirtiendo el refractor en un «agujero oscuro»).
  • Una montura Orion, similar  a la QH5.
  • Como CCD principal, la QHY8 (LUNA 6.0 c). Como CCD de autoguiado, la QH5 mono, con la solución de autoguiado de lunático (un tubo de 250 mm). Filtro antipolución CLS.
  • Un lápiz láser como puntero, y un Goto.

 

Los problemas con los que me he encontrado han sido:

  • Por encima de todo, cómo superar el problema de «flexiones» que se pueden generar, en el seguimiento, al tener dos focales tan distintas: 1.600 mm por un lado, 250 mm por otro, y con una montura tan «endeble» como es la utilizada. Todo, a una focal de relación 21. He tenido que fijar perfectamente todos los tornillos, anillas, sujeciones, hacer una alineación perfecta a la Polar, y equilibrar con el nivel perfectamente. Es una auténtica «locura» fotografiar con esta focal. Se deben utilizar focales menores de 1000 mm con telescopios tan pequeños.
  • Como segundo, y no menor problema, el horrible cielo de Madrid capital, con todas sus luces y farolas.

Tomas realizadas para la imagen:

  • 9 Lights de 15 minutos cada una.
  • 8 Darks de 15 minutos cada una
  • 5 Flats de 45 segundos cada una (he utilizado el flat Aurora, con filtro, lo cual explica, que al utilizar una focal 20 haya que haber invertido 45 segundos en cada flat)
  • 5 Dark flats de 45 segundos cada una.

Programas de apilamiento y procesamiento de imagen utilizados:

  • Deepskystacker
  • Maxim DL5
  • Photoshop

Procedimiento utilizado para procesar las imágenes:

En primer lugar, cargamos las mismas en Deepskystacker con objeto de registrarlas y observar el «puntaje» de cada fotografía, y de este modo poder adivinar qué tomas han sido las mejores, y qué tomas han sido las peores:

 

 

En este caso, podemos observar que las Lights 7 y 8 han sido las de mejor «puntaje», motivo por el que podremos escogerlas como «fondo» de la imagen, pues sus estrellas serán más puntuales, y el cielo tendrá menor gradiente.

Escogemos cualquiera de estas dos fotografías (las de mejor puntaje), y con Photoshop realizaremos la confección de una «máscara de estrellas», lo cual nos permitirá contar con un cielo más oscuro y contrastado, sobre todo al ser una fotografía tomada desde Madrid:

 

 

 

En photoshop, se va probando con distintas capas, creadas anteriormente con Deepskystacker, entre las que destaco:

  1. La capa del fondo estrellado (las lights 7 y 8 que mejor «puntaje» me habían dado, así como la máscara de estrellas creada con DeepSkystacker).
  2. El apilamiento de todas las tomas realizadas (lights, darks, flats y darkflats), mediante DSS, escogiendo el alineamiento automático, y las tomas promedio de cada tipo de imagen.
  3. El apilamiento «suma», de todas las lights, en «bruto», realizado con Maxim DL5, con objeto de aprovechar la parte más fuerte de la imagen, y poder resaltar la parte barrada de la galaxia.

Del mismo modo, las capas se van mezclando, y probando, con la versión de fusión de Photoshop «normal», «iluminación», «transparencia», etc… y probando con opacidad del 100%, 50%, etc.. en cada una de las capas, hasta encontrar la mezcla que mejor resalte las distintas partes de la imagen.

Como funciones especialmente útiles de Photoshop, se utilizan los niveles de ajuste (histograma), y el decalaje de capas, haciendo un decalamiento entorno a los 75 pixeles en aquellas capas que recorto:

 

 

Como veis, la imagen conseguida tiene muchos defectos que han de mejorarse: el gradiente (mejorable con Maxim), motas de polvo (tratables con Photoshop), etc…

Pero lo más importante: hemos conseguido, desde Madrid Capital, a plena «luz de las farolas», en un cielo realmente urbano, una imagen suficientemente buena de la Galaxia del Sombrero, que es una Galaxia preciosa, que solamente se puede fotografiar desde cielos realmente oscuros.

¡Qué bien!, ¿no?. La foto no es ninguna maravilla, pero estoy contento por al menos haberlo intentado.

 

Créditos : Juan L.Escobar

http://astrofotografiaurbana-astronomia.blogspot.com/

 

Manuel Schweizer desenmascara el engaño de la collalba

Publicada en 13 diciembre, 2019

La collalba mediterránea, una especie de ave que vive en los Balcanes y Asia, probablemente ha engañado a ornitólogos de todo el mundo durante décadas.

Si antes se pensaba que las aves de diferentes regiones con apariencia similar pertenecen a la misma especie, ahora se busca evidencia concreta de que este no es el caso.

Manuel Schweizer, conservador de ornitología en el Museo de Historia Natural de Berna, se encuentra en el camino de desentrañar el engaño sobre la collalba.

En el origen de la investigación sobre las especies de la collalba se encuentran el bernés, Manuel Schweizer, del Museo de Historia Natural de Berna y su colega, Reto Burri, de la Universidad de Jena. Quieren utilizar las investigaciones genéticas para demostrar que ornitólogos de todo el mundo han sido engañados por la aparición de una especie de ave.

«Esta cuestión ha sido discutida durante mucho tiempo. Reto Burri y yo hemos mirado ahora partes del genoma de la collalba mediterránea y hemos descubierto que las diferentes formas geográficas no están estrechamente relacionadas. Sólo se ven similitudes.» Manuel Schweizer viajó a los Balcanes para descubrir toda la verdad. Se tomaron muestras de sangre de las aves allí. «Ahora secuenciamos todo el genoma para descubrir la verdad».

 

Éxito con los equipos de Leica

El equipaje de Manuel Schweizer contenía su equipo Leica. El Leica Noctivid y el Leica APO-Televid. «Sí, por supuesto, me lo llevé todo conmigo. Es importante que pueda confiar en un material de alta calidad. A veces esperábamos durante horas para descubrir una collalba en paisajes abiertos en Montenegro, un área natural y muy bonita. Pero para tener éxito, sólo el mejor material es suficiente». Los ornitólogos locales también quedaron muy impresionados con el equipo del investigador suizo. «Sí, por supuesto», dice Schweizer riendo. «Los lugareños no conocían este material de alta calidad y se mostraron entusiastas. Es una gran diferencia entre un producto  convencional y un equipo Leica«.

Manuel Schweizer no viajó en vano a los Balcanes. Por el contrario, la tarea de investigación tuvo éxito. Se capturaron varios especímenes que posteriormente se examinaron. Un buen telescopio Leica es importante porque la captura del ave tiene que ser planeada con mucha precisión.

«Una vez que hemos descubierto un ave, tenemos que trabajar con mucha precisión y usar trampas apropiadas. Se reproduce una cinta con el canto de una collalba. Con esto atraemos al pájaro a la trampa. El ave reacciona tan pronto como cree que otro macho se ha atrevido a entrar en su territorio. Si se acerca a la trampa, queda atrapado en una red».

No le pasa nada al pájaro. Los investigadores cuidadosamente tomaron un poco de sangre de la collalba y lo liberaron rápidamente. «El ejercicio es absolutamente inofensivo para el ave. Pero ahora tenemos valiosas muestras de sangre a nuestra disposición». Estas serán examinadas en los próximos meses como parte de varios proyectos de investigación. «Nuestra suposición debería entonces ser confirmada científicamente. Es lo que esperamos».

 

Engañado por la apariencia

En resumen, se trata de demostrar que hay dos tipos diferentes de la collalba mediterránea. «Las dos formas geográficas de la collalba mediterránea (hispánica y melanoleuca) difieren de la collalba chipriota (Cypriaca) y de la collalba Nonnenstein de las estepas de Asia (Pleschanka) en una espalda blanca y un cuello claro. Por lo tanto, y debido a que por lo demás difieren sólo en los detalles, fueron consideradas como representantes de la misma especie. Ahora mi colega Reto Burri de la Universidad de Jena y yo podríamos demostrar con datos genéticos que los dos no están relacionadas a continuación y deberían ser vistos como dos especies diferentes, collalba balcánica y morisca. Así que las características del plumaje no son un buen indicador de la relación y evolución de estas especies y han engañado a los ornitólogos durante décadas. Con las muestras recién recogidas queremos comprobar estos resultados e investigar si realmente no hay intercambio en la parte occidental de la Península Balcánica con la collalba morisca. Para nuestros estudios adicionales sobre la evolución de las características del plumaje, también necesitamos muestras de las diferentes especies a fin de poder documentar con precisión la variación geográfica».

El proyecto no ha hecho más que empezar. Pero ahora Manuel Schweizer está de vacaciones. En Suiza, toca descanso para el apasionado observador de aves. El mundo de los pájaros se está reproduciendo. Así que viaja a la zona más
salvaje en el noreste de Noruega. Y también estará su colega Adrian Jordi del equipo «Leica Birders without Borders», que también tendrá su equipo Leica con él, así que es muy probable que pronto veamos un reportaje sobre el mundo de las aves en Noruega.

 

Artículo original en:

[Leica Nature Observation Blog]

 

Leica DG Elmarit 200 mm f/2.8 Power O.I.S + Panasonic G9 + Motos de Competición : Fotografiando al Límite

Publicada en 29 noviembre, 2018

Por José Manuel Serrano Esparza

A finales de 2017 Panasonic presentó el superteleobjetivo Leica DG Elmarit 200 mm f/2.8 Power O.I.S (equivalente a un objetivo 400 mm f/2.8 en paso universal) para formato Micro Cuatro Tercios, que se ha convertido desde entonces en el referente cualitativo óptico y mecánico en dicho segmento, tal y como demuestran los archivos RAW obtenidos con él acoplado a distintas cámaras formato Micro Cuatro Tercios, especialmente la Panasonic G9, que hizo su aparición simultáneamente con él.

Durante todo este tiempo, muchos fotógrafos profesionales como Joakim Odelberg, Bence Máté, Daniel J. Cox, Steven Clarey, Jacob James y otros, han verificado que el Leica DG Elmarit 200 mm f/2.8 Power O.I.S es un objetivo diseñado, fabricado y optimizado para la fotografía a pulso de fauna salvaje en sinergia con la extraordinaria cámara Panasonic G9 (diseñada por Yosuke Yamane e igualmente creada para la fotografía de fauna salvaje bajo las condiciones climáticas más extremas) con sensor Micro Cuatro Tercios de 20.3 megapixels y avanzadas prestaciones como 20 fps en autofocus continuo durante aproximadamente 50 disparos utilizando el obturador electrónico y 9 fps durante 600 disparos usando el obturador mecánico, muy eficaz estabilizador de imagen en cuerpo con 5 ejes Dual I.S 2 que permiten 5,9 pasos de mejora reales, cuerpo de magnesio sellado contra la lluvia, humedad y polvo, visor electrónico de gran calidad con 3.68 millones de puntos (con un mayor tamaño que el de la GH5 y magnificación 0.83x, que le convierten en el visor de referencia entre las cámaras Micro Cuatro Tercios), panel superior LCD (generalmente no existente en las cámaras Micro Cuatro Tercios), sistema autofocus con DFD y detección de contraste de 225 puntos (el mejor en su género), video 4K UHD 60 fp, etc, con un peso razonablemente ligero de 658 g con batería y dimensiones de 137 x 97 x 92 mm.

 © jmse

GÉNESIS DE UN PURA SANGRE ÓPTICO

En el marco de su colaboración con Panasonic fabricando ópticas para sus cámaras Micro Cuatro Tercios, y pensando específicamente en su cámara Panasonic G9 con la que la empresa japonesa (hasta esos momentos el referente mundial en grabación de video en el segmento Micro Cuatro Tercios con cámaras como la GH5 presentada en Enero de 2017 y la GH5s introducida en Enero de 2018) consiguió posicionarse también con fuerza como un referente internacional de la alta calidad de imagen fotográfica producida con el pequeño sensor Micro Cuatro Tercios de dimensiones 18 mm x 13.5 mm (con diagonal de 22.5 mm) y un área de imagen de 17.3 x 13 mm (con diagonal de 21.6 mm) y aspect ratio nativa 4:3, Leica había decidido un año antes del lanzamiento al mercado de dicha cámara el diseño y fabricación de un objetivo estado del arte equivalente a 400 mm f/2.8 para formato Micro Cuatro Tercios.

 © jmse

Pero al igual que ocurre con todos los sistemas fotográficos y formatos, el Micro Cuatro Tercios tiene sus ventajas e inconvenientes.

 © jmse

Y evidentemente, la pequeña superficie de imagen hace que si realmente se desea diseñar y construir un objetivo 200 mm f/2.8 (equivalente a un 400 mm f/2.8 en formato 24 x 36 mm) que establezca la máxima simbiosis posible con el sensor Micro Cuatro Tercios y extraiga el máximo posible de su potencial en cuanto a calidad de imagen, habrá de ser una óptica de extraordinario nivel, tanto desde un punto de vista óptico como mecánico, y de muy reducidas dimensiones y peso para conseguir el equilibrio idóneo con respecto al pequeño tamaño y ligereza de la cámara Panasonic Micro Cuatro Tercios.

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Panasonic S1R: el factor clave para el comienzo de la consolidación de la alianza con montura L

Publicada en 5 noviembre, 2018

Por José Manuel Serrano Esparza

Durante la reciente Photokina 2018 celebrada en Colonia (Alemania) y coincidiendo con el décimo aniversario del lanzamiento al mercado de la Panasonic G1, primera cámara digital mirrorless EVF formato Micro Cuatro Tercios del mundo, Panasonic presentó su cámara Panasonic Lumix SR1, con la que se estrena en el segmento de cámaras mirrorless EVF full frame, así como su Panasonic Lumix S1 de 24 megapíxels y también con sensor tamaño 24 x 36 mm.

Aunque ya habían existido rumores durante las semanas precedentes, éste fue sin duda un movimiento inesperado por parte de una empresa que ha sido hasta ahora junto con Olympus la gran defensora del Sistema Micro Cuatro Tercios, habiendo fabricado hasta la fecha tales buques insignia como la Panasonic GH5, Panasonic GH5S (optimizada para la grabación de video 4K UHD a 60 fps) y la formidable Panasonic G9, cúspide evolutiva de todas ellas, una cámara diseñada para la fotografía de fauna salvaje y deportes, prodigio de dureza y fiabilidad incluso bajo condiciones climáticas extremas y capaz de alcanzar los 20 fps en modo AF continuo y 60 fps con AF individual utilizando su obturador electrónico, además de incorporar video UHD a 60 fps.

 

                                                                                  © jmse

Y además, Panasonic ha hecho el anuncio de su cámara S1R en un momento en el que el mercado fotográfico llevaba ya varias semanas notablemente convulsionado por la presentación de las cámaras mirrorless EVF full frame Nikon Z7 de 45.7 megapixels y Canon EOS R de 30 megapíxels, ambas también los primeros modelos de sus respectivas marcas en este segmento de producto mirrorless con visor electrónico y sensor formato 24 x 36 mm.

 

                                                                                 ©  jmse

La audaz jugada concebida por Panasonic (una de las empresas líderes mundiales en el ámbito de la electrónica y el video de alta calidad, además de ser fabricante de las anteriormente mencionadas cámaras Micro Cuatro Tercios del máximo nivel) es asimismo llamativa, ya que el segmento de producto mirrorless full frame EVF ha tenido desde principios de 2018 hasta el momento presente dos soberbias cámaras de referencia:la Sony A7RIII (presentada el 25 de Octubre de 2017 y que obtiene una impresionante calidad de imagen junto con un gran rango dinámico sólo superado ligeramente en RAW por la Nikon D850) y la Sony A9 (una cámara optimizada para fotografía de acción y de deportes, que ya ha sido probada con éxito en competiciones como el Campeonato del Mundo de Fútbol Rusia 2018 contra las todavía claramente reinas en este sector soberbias cámaras réflex full frame con visor óptico Nikon D4, Nikon D4s, Nikon D5, Canon EOS-1D X Mark II y Canon EOS 5D Mark IV).

Por tanto, de ahora en adelante, habrá seis actores en el mercado fotográfico de cámaras mirrorless EVF formato 24 x 36 mm : Sony, Canon, Panasonic, Sigma (que ha anunciado que lanzará al mercado una cámara mirrorless EVF full frame con sensor Foveon en 2019) y Leica.

                                                                                    © jmse

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Fujifilm GFX 50R: soberbia mirrorless evf de formato medio con aspecto y filosofía operativa de cámara telemétrica con extraordinarias ópticas acoplables

Publicada en 8 octubre, 2018

José Manuel Serrano Esparza

Uno de los mayores focos de atención de la reciente Photokina 2018 en Colonia (Alemania) ha sido la introducción por Fuji de su cámara de formato medio 33 x 44 mm mirrorless EVF Fujifilm GFX 50R de 51.4 megapíxels, una especie de versión estilo telemétrica de la Fujifilm GFX 50S presentada hace dos años, durante la Photokina 2016.

 

 

Se trata sin duda de un intrépido movimiento por parte de la empresa japonesa, en un momento en el que las cámaras mirrorless EVF de formato completo 24 x 36 mm han alcanzado un gran impulso como tendencia de mercado tras la presentación de las cámaras mirrorless full frame EVF Nikon Z7 de 45.7 megapíxels, Canon EOS R de 30.3 megapíxels y Panasonic S1R de 47 megapíxels, el anuncio por parte de Sigma de que lanzará al mercado una cámara mirrorless full frame EVF con sensor Foveon, y la notable influencia que siguen teniendo las también mirrorless full frame EVF Leica SL de 24 megapíxels (con el mejor surtido de objetivos del mundo para formato 24 x 36 mm) y Sony A7RIII de 42.4 megapíxels (uno de los productos más redondos en toda la historia de la fotografía).

 

La razón de ser de la Fujifilm GFX 50R de formato medio obedece a un criterio esencialmente minimalista cuya piedra angular es la simbiosis entre el sensor Sony de formato medio 33 x 44 mm de la Fujifilm GFX 50R incorpora un eficaz sistema automático de limpieza mediante vibración de ultrasonidos, del que fue pionera la Olympus E-1 formato Cuatro Tercios en 2003. Obsérvese también la robusta montura de bayoneta de gran tamaño que permite el muy preciso acoplamiento de los extraordinarios objetivos Fujinon GF, además de tener una distancia de brida muy corta, de tan solo 26,7 mm. En la zona inferior se aprecian los doce contactos que permiten un muy alto nivel de comunicación entre cuarpo de cámara y ópticas conectadas.

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Photokina 2018 : Los principios fundamentales de Oscar Barnack se extienden También en plena era digital

Publicada en 18 septiembre, 2018

José Manuel Serrano Esparza

La fotografía mundial vive momentos de máxima expectación, tras los movimientos realizados por Nikon y Canon, que han presentado muy recientemente sus cámaras Nikon Z7 mirrorless EVF formato 24 x 36 mm y Canon EOS R mirrorless EVF formato 24 x 36 mm, al tiempo que hay abundantes rumores sobre una posible cámara también mirrorless EVF formato 24 x 36 mm que Panasonic podría presentar en breve. Incluso quizá una nueva cámara Leica de formato medio con sensor entre 60 y 100 megapíxels, generándose un clímax de interés que tendrá su apogeo durante la próxima Photokina 2018, que se celebrará muy pronto, entre los días 26 y 29 de Septiembre de 2018.

Noviembre de 1935. Oscar Barnack, un hombre de 57 años, ha sido informado por varios doctores de que morirá muy pronto, en uno o dos meses, y se halla en estos momentos sobre el andén de la estación de tren de Wetzlar (Alemania).

Julius Huisgen (fotógrafo de Ernst Leitz Wetzlar además de ser el experto de cuarto oscuro que revela los rollos de película de blanco y negro expuestos por Barnack y autor de sus retratos) está junto a él.

Oscar Barnack se encuentra muy débil, sin energía, tosiendo constantemente y caminando fatigosamente mientras sujeta entre sus manos una cámara telemétrica Leica IIIa formato 24 x 36 mm con objetivo Leitz Summar 5 cm f/2 diseñado por Professor Max Berek.

Por su parte, Julius Huisgen empuña una cámara telemétrica Zeiss Ikon Contax I acoplada a un objetivo Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/1.5 diseñado por Ludwig Bertele.

Ambos están esperando la llegada de trenes para hacer pruebas a diferentes velocidades de obturación y comprobar la precisión del obturador en ambas cámaras, ya que Oscar Barnack, plenamente consciente de la proximidad de su muerte, quiere mejorar al máximo posible la exactitud del obturador de su Leica IIIa antes de su óbito.

La temperatura es de -6º C. El genio Oscar Barnack está aterido de frío, pero sigue haciendo fotos.

Hace nueve meses ha sido capaz de crear un maravilloso mecanismo de escape inspirado en las mejores manufacturas relojeras suizas con forma de pequeño dial en la zona delantera de la cámara para velocidades lentas 1 s, 1/2 s, 1/4 s, 1/8 s y 1/20 s, una asombrosa hazaña tecnológica para la época y que potenciará enormemente las posibilidades de fotografiar a pulso no sólo en la Leica IIIa, sino también en los futuros modelos de cámaras Leica de rosca.

Barnack sabe que la fiabilidad de dicho obturador será decisiva para el futuro de Ernst Leitz Wetzlar como empresa, y hará un último e ímprobo esfuerzo hasta los últimos días de su vida para optimizar su precisión.

De repente, Oscar Barnack le dice a Julius Huisgen :

 

 

» Desde 1914 creo que el formato 24 x 36 mm tendrá una enorme permanencia en el tiempo y no nos debería importar si otras muchas marcas lo utilizan para sus cámaras fotográficas «.

 

Para conocer más sobre la Photokina más importante en toda la historia de la fotografía digital hasta la fecha haz clic aquí y disfruta del artículo completo.

NIKON Z7

Nikon Z7: probablemente mucho más trascendente de lo que pudiera parecer en un principio

Publicada en 11 septiembre, 2018

Por José Manuel Serrano Esparza

La reciente aparición en Tokyo (Japón) de los primeros modelos de preproducción de las nuevas cámaras mirrorless formato 24 x 36 mm Nikon Z7 de 45.7 megapixels y Nikon Z6 de 24.5 megapixels ha supuesto la tardía entrada de la empresa fotográfica japonesa (con una legendaria historia que se remonta a 1917 y un siglo de trayectoria jalonada por muy representativos e influyentes modelos de cámaras telemétricas y réflex de 35 mm así como un amplísimo surtido de excelentes ópticas) en el sector mirrorless, con diferencia el más disputado del mercado fotográfico y en el que otras marcas como Olympus, Panasonic, Fuji y Sony han sido hasta la fecha los principales actores, habiendo desarrollado soberbias cámaras mirrorless profesionales en formatos Micro Cuatro Tercios (Olympus OM-D E-M1 Mark II, Panasonic G9), APS-C (Fuji XT-2, Fujifilm XH-1, Fujifilm X-Pro 2) y 24 x 36 mm (Sony A7 III y Sony A9, cuyos buques insignias en estos momentos son fruto de años de trabajo y constantes mejoras que las hacen realmente difíciles de batir en muchos aspectos importantes.

 

 

Por motivos obvios de formato, la Nikon Z7 mirrorless full frame ha sido diseñada y creada teniendo muy pero que muy en cuenta a la formidable Sony A7RIII con sensor de 42.2 megapixels, que desde su lanzamiento el 26 de febrero de 2018 ha sido y continúa siendo la cúspide evolutiva y cualitativa así como el referente mundial en calidad de imagen del segmento mirrorless formato 24 x 36 mm que la empresa con sede en Tokyo inició el 16 de Octubre de 2013 con sus cámaras Sony A7 y A7R.

Es decir, Nikon (que disfruta una situación de privilegio en el ámbito réflex con su extraordinaria dslr Nikon D850, generadora de una excepcional calidad de imagen que se aproxima en poder de resolución y contraste al gran formato 4 x 5 — 10 x 12 cm analógico — , aunque con distinta estética de imagen e inferior bokeh) inicia su andadura en el mercado de cámaras mirrorless formato 24 x 36 mm con un retraso de aproximadamente cinco años con respecto a Sony, que tiene mucha carretera corrida desde 2013, y no digamos ya con respecto a Olympus (que presentó la Olympus Pen-EP1, su primera cámara mirrorless Micro Cuatro Tercios, en Junio de 2009) y Panasonic (cuyo primer modelo de cámara mirrorless Micro Cuatro Tercios, la Panasonic Lumix DMC-G1, fue presentado en Octubre de 2008) y Fuji (que introdujo la Fujifilm X-Pro 1, su primera cámara mirrorless con sensor Xtrans APS-C, en Enero de 2012).

 

 

Por tanto, todas las marcas rivales de Nikon en el ámbito mirrorless (independientemente del formato y siempre teniendo presente que su principal rival es y seguirá siendo Sony en el ámbito de usuarios de cámaras mirrorless formato 24 x 36 mm, al que muy probablemente se sumará Canon que podría estar a punto de lanzar al mercado un nuevo sistema fotográfico mirrorless full frame de muy alto nivel y extraordinarias ópticas que trasciendan en calidad de imagen a los objetivos profesionales Canon L II) han adquirido una más que notable madurez durante todos esos años.

 

 

Y especialmente si nos referimos a la Sony A7III, el reto para Nikon era de gigantescas proporciones si quería superar, igualar o simplemente acercarse a sus bondades, ya que dicho modelo de Sony es una de las cámaras más logradas de toda la historia de la fotografía, un producto en gran medida redondo, que junto con el resto de modelos de su estirpe Sony A7 ha sido el punto de inflexión que ha catalizado la orientación in crescendo del mercado fotográfico hacia las cámaras sin espejo (tendencia corroborada por la introducción por Leica de su modelo Leica SL formato 24 x 36 mm el 20 de Octubre de 2015).

Gracias no solo a la gran calidad de su sensor 24 x 36 mm (Sony es con diferencia el referente en esta faceta, gracias a sus ingentes recursos económicos que invierte de modo constante en I + D, sumado ello a su inmenso know-how electrónico) sino a su impresionante versatilidad y conectabilidad mediante adaptadores a una pléyade de objetivos de otras marcas con soberbia calidad optomecánica y generadores de gran calidad de imagen, ya sea para aquellos fotógrafos que buscan sobre todo extraordinario poder de resolución y contraste (Summilux-M, Leica R, Carl Zeiss ZM, Zeiss Batis, Zeiss Loxia) o bien bastante más que aceptable poder de resolución y contraste pero sobresaliente carácter con una estética de imagen única y con frecuencia soberbio bokeh como los Asahi Pentax Takumar Super Multicoated de los años setenta, los Leica R no asféricos, algunas joyas como el Olympus Zuiko OM 100 mm f/2 (de rendimiento óptico superlativo, al igual que su bokeh), el Minolta MC Rokkor P.G 58 mm f/1.2, el Canon FD 50 mm f/1.2 L y muchísimos otros.

Si el tema te interesa tanto como a nosotros no dudes en continuar leyendo el artículo aquí. 

 

Buscando pareja…

Publicada en 30 agosto, 2018

…de prismáticos, por supuesto, y es que los prismáticos no son 100% indispensables para la observación de aves, ¡ pero sí  el 99% ! Un buen prismático te mostrará los más finos detalles de un  ave que cruce tu camino, hará que resuelvas los colores de entre las sombras y mejorarán tus posibilidades de identificar lo que has visto. Para la mayoría de los observadores de aves, los prismáticos son casi una prolongación de sus ojos.

Pero los binoculares son una inversión que hay que meditar. De hecho, argumentamos que deberíamos estirar el presupuesto lo más posible para comprar los mejores binoculares que podamos pagar.

Esto es así porque los binoculares son una inversión a largo plazo que comienzas a pagar el día en que los obtienes y lo más probable es que no compres prismáticos nuevos cada dos años, por lo que tiene sentido elegir cuidadosamente, probar muchas variedades y ahorrar para obtener unos que ofrezca excelentes vistas de las aves que observamos

Tras décadas de investigación y desarrollo por parte de las principales marcas, las mejoras y ventajas que se han implementado se pueden encontrar incluso en los modelos de gamas de iniciación, sorprendiendo la calidad de imagen que ahora se puede obtener de unos prismáticos a un precio de unos pocos cientos de euros.

Entonces, ¿cómo elegir?

Lo primero que debemos de tener claro es qué uso le vamos a dar. No es lo mismo un prismático para ir de caminatas y observar el paisaje esporádicamente, que podría ser un compacto de poco peso y tamaño bolsillo, que uno que precise un trípode, para observar cometas o nebulosas de noche en un cielo oscuro, que puede pesar más de dos kilos .

Los compactos

Son prismáticos fácilmente transportables, pequeños y de peso ligero, suelen tener aumentos entre 6x y 10x, y diámetros de lente entre 20 y 30 mm. Un prismático de estas características se escoge cuando el factor principal es el peso y/o el espacio. Nos va a limitar en condiciones de escasa luz, ya que el diámetro de lente –que es el que marca el volumen y peso del prismático- es menor que los de otras categorías. Pero serán muy válidos para senderistas, montañeros, niños, cicloturismo, arte, uso urbano, espectáculos…

(prismático compacto)

Especiales

Existen prismáticos con objetivos de 50 mm. y más, que se usan para astronomía o navegación; con más de 10x, para vigilancia o caza –esperas, recechos- ; con sistemas de estabilización de imagen , cuando se usan muchos aumentos para evitar la vibración de la imagen, o bien porque se utilizan desde vehículos en marcha;  con visión nocturna, por infrarrojos, térmicos o intensificadores de luz; con telémetros, para medir distancias; con brújulas internas, para orientarse.

(prismático con estabilizador de imagen)

Naturaleza

Los más habituales son de diámetro 40  o 42 mm., y aumentos entre 8x y 10x. Ofrecen una excelente relación entre luminosidad, peso, volumen, y alcance. Por otro lado, en el mercado son los de estas medidas donde más variedad hay, precisamente por ser los más solicitados y donde los fabricantes, consecuentemente, ofrecen todos sus avances, gamas y precios con mayor énfasis.

(prismático para naturaleza)

Decide tu presupuesto

Los prismáticos de gama alta te dan una imagen prístina con comodidad y durabilidad. Los rangos de precios más bajos también ofrecen algunas excelentes opciones, gracias a los avances tecnológicos de la última década. Lógicamente según el presupuesto que nos marquemos escogeremos entre las gamas que existan según precio.

 

Elige un aumento

Decidir entre binoculares de 8x y 10x es una elección personal. En general, 10x son mejores para la observación de aves a distancia. Pero generalmente también significa un campo de visión más estrecho, una imagen ligeramente más oscura con poca luz y una vibración de la imagen algo mayor debido a nuestro pulso. Un 8x te da una imagen solo un poco más pequeña , pero con un campo de visión más ancho, más brillante y más fácil para encontrar y seguir pájaros.

Prueba muchos modelos

No hay dos observadores mirando a través del mismo prismático de la misma manera… tus manos, la forma de la cara, la distancia entre tus ojos, cómo enfocas…todo es muy personal. Así que prueba tantos pares como puedas para tener una idea de lo que más te conviene.

Color, nitidez, fidelidad

La calidad de la imagen tiene una importancia primordial. ¿Es brillante? ¿Es nítida? ¿Son los colores reales? ¿Resuelve bien los detalles en una imagen a contraluz?

Relieve ocular

La mayoría de los binoculares tienen copas oculares que se retraen para acomodarse a los usuarios de gafas o se extienden para los que no los usan. Si usas gafas, ajusta las copas oculares a su posición más baja y asegúrate de que no ves anillos negros alrededor de la imagen.

Revisa características y garantías

Presta atención al campo de visión y a la distancia mínima de enfoque, también la durabilidad: recubrimiento de goma, tapas, correas, la impermeabilidad y la garantía: muchas de las principales marcas ofrecen excelentes garantías superiores a dos años y servicios postventa rápidos y eficientes.

No olvides, en cualquier caso , que en Optica Roma somos especialistas, y ante cualquier duda que tengas en tu elección estamos para ayudarte a  resolverla.

 

Digiscoping

Digiscoping con el móvil

Publicada en 23 agosto, 2018

Los teléfonos móviles y smartphones son un objeto presente en nuestras vidas desde hace más de una década. Cada vez son más sofisticados y, aunque no sean comparables en todas las circunstancias con la calidad de una cámara fotográfica, ofrecen prestaciones muy buenas. Para el naturalista puede ser una herramienta muy útil a la hora de documentar un avistamiento. Aquí damos algunos consejos sobre cómo obtener las mejores fotos mediante digiscoping con un teléfono inteligente.

Tenemos nuestro telescopio terrestre, o nuestros prismáticos, y por supuesto, un móvil con cámara. ¿Qué necesitamos para emparejarlos? Por supuesto, seguro que hemos hecho la prueba de acercar el móvil al ocular, a ver qué pasa. Todos hemos sacado alguna foto de esta guisa, pero también hemos aprendido que “a pulso” es complicado meter en el eje óptico ambos aparatos, y es frecuente que las primeras fotos nos salgan movidas, con viñeteo, reflejos… Lo mejor será conseguir un adaptador de digiscoping para nuestro teléfono.

Un adaptador de digiscoping no es más que un soporte para el móvil que permite fijarlo al ocular del telescopio, y con un mecanismo que nos facilita hacer los microajustes para obtener un enfoque y encuadre perfectos. En el mercado existe una gran variedad, en función del modelo de telescopio y de móvil (puedes ver una selección aquí )

(ejemplos de adaptadores de digiscoping para móviles)

 

Como decíamos, si bien es posible acercar tu móvil hasta el ocular para disparar, es más fácil mantenerlo en su lugar con un adaptador.  Swarovski, Zeiss, Kowa… fabrican algunos específicos, pero también hay adaptadores universales, como los de NovaGrade,  Bresser o BicCamera, por citar algunos. Estos adaptadores universales son ideales para alguien que pueda estar o bien cambiando de teléfono o de telescopio cada cierto tiempo (cambiar de móvil suele ser lo más frecuente…) Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los adaptadores universales generalmente requieren un ajuste previo cuando estamos en el campo, y esto podría ser un pequeño inconveniente como nos coja desprevenidos y aparezca un ave (que rara vez se quedará quieta posando).

 

(adaptador universal de Bresser)

 

Una vez que tengamos el adaptador (universal o específico), lo ajustaremos al ocular del telescopio. Lo ideal es hacer pruebas antes de lanzarnos al campo. Ajustaremos bien el eje para que la imagen aparezca centrada. Acercaremos o alejaremos la distancia entre la lente de la cámara del móvil y el ocular para obtener una buena imagen, y si aparece viñeteo, probaremos a ajustar el zoom del ocular del telescopio y a su vez el zoom de la cámara del móvil. Hay que probar combinaciones entre el aumento del telescopio y el zoom del móvil para dar con la adecuada.

 

(Ejemplo de “viñeteo”, solucionable mediante la adecuada combinación de aumento)

 

A la hora de disparar, tenemos dos opciones: mediante la pantalla táctil, que puede generar algún tipo de vibración (si llevamos guantes en invierno, ni siquiera podremos disparar) , o mediante la toma de auriculares, que se puede utilizar para un disparador remoto.

Muchos no saben que si conectamos los auriculares que vienen con el iPhone , en caso de disponer  de este modelo, el botón para bajar el volumen actúa como un disparador remoto. En los Android ocurre algo parecido ( si somos adictos al “palo selfie”, se conecta el disparador de igual manera) . También es interesante si ese día corre mucho aire, por ejemplo. Si no queremos tener cables, hay  versiones de obturadores remotos que pueden controlar la cámara del iPhone a través de Bluetooth ,y con los Android, puede configurar un comando de voz para «disparar» imágenes.

Por último, cada teléfono tiene sus menús de  ajuste fotográfico de exposición, contraste, etc. Al tocar la pantalla o el botón del disparador, se autoenfoca (independientemente que hayamos enfocado el propio telescopio) buscando la mayor nitidez. Si previo al disparo tocamos la parte más brillante de la imagen, el móvil ajustará los niveles de brillo (es útil si enfocamos a un cisne o algo muy brillante…, por ejemplo).

En el propio móvil podemos hacer una edición rápida de la foto antes de subirla a redes sociales o compartirla con amigos, mejorando contraste, exposición, enmarcándola, etc.  Y, como último consejo, si nos gusta hacer video –que es mejor que la foto para documentar conductas-, debemos recordar que el móvil debe estar horizontal, no vertical, ya que la mayoría de los sitios de carga de videos, como YouTube, Vimeo e incluso Facebook, están diseñados para ofrecer imágenes horizontales.

 

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